Comprar ropa de compresión

Cada día son más las personas que utilizan prendas de compresión, bien por salud o porque se animan a tomarse en serio sus rutinas de entrenamiento a salir a hacer running por la ciudad o bien por uso médico y prevención de varices y arañas en las piernas. Es por eso que, a medida que aumenta la exigencia del trabajo realizado buscamos sentirnos más cómodos y a la vez, más eficientes para sentir el beneficio del ejercicio.

 

Por qué usar ropa comprevisa

El mayor beneficio de la ropa compresiva es sin duda la mejora del rendimiento y la rápida recuperación después de entrenamientos completos y carreras.

Está científicamente demostrado que la ropa de comrpesión mejora el flujo sanguíneo en un 40% durante el esfuerzo y un 30% durante el reposo. De hecho, usar ropa compresiva durante el reposo es una de las recomendaciones principales para la recuperación física después del esfuerzo.

Además, la ropa de compresión reduce los riesgos de padecer lesiones y favorece el flujo sanguíneo en personas con varices.

Cómo funcionan las medias, mallas y calcetines de compresión

La ropa compresiva puede ejercer diferentes presiones según su estructura. Desde una presión ligera de 18-21mmHg a otras opciones más fuertes de 40mmHg. En cada caso depende del uso que se vaya a dar y, sobre todo, de las necesidades del paciente o deportista.

A través de la presión en el tejido se consigue equilibrar las presiones venosas, lo que disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades circulatorias. Son presiones de tipo decreciente, es decir favorece el retorno venoso desde las extremidades al corazón.

Dependiendo del uso que vaya a darse a la ropa de compresión, así será el tipo de material que elegiremos. Se debe favorecer la transpiración de la piel, por muy ajustadas que queden las medias o calcetines.

Ropa deportiva de compresión

Las prendas compresivas mejoran nuestro rendimiento en carrera debido al mejor retorno venoso que se produce en nuestro sistema circulatorio. Eso conlleva un aporte de oxígeno a los músculos activos (los que se están ejercitando en ese momento). Todo ello produce que la musculatura tarde más en hincharse y desgastarse a lo largo del ejercicio. Sobre todo en la zona de las piernas.

La mayoría de medias compresivas reducen la fatiga muscular de las piernas, haciendo que la producción de ácido láctico se concentre en la musculatura y no pase a la sangre rápidamente. Por decirlo de una manera sencilla: mejora la eficacia de nuestros músculos.

Otro beneficio es que reduce la sensación de fatiga y hace que nos sintamos más ligeros cuando nos ejercitamos. Todo ello influye para que al final, el rendimiento responda al entrenamiento y se muestre nuestra mejora en ejercicios aeróbicos y anaeróbicos.

Según estudios recientes, existe una relación directa entre el rendimiento y la mejora en pruebas de tiempo límite. Y se ha demostrado que las medias de compresión gradual mejoran este rendimiento en competiciones deportivas exigentes. Tanto por la reducción de la fatiga muscular como por el mejor estrés al que sometemos al corazón al bombear de una manera más eficiente.

Estás mejoras son más apreciables cuando empezamos a usar ropa compresiva. Ya que la diferencia de rendimiento se hace notar en los primeros días. Pasado un tiempo siempre que mantengamos una asiduidad al entrenar, la mejora se mantendrá estable. Pero eso sí, aún con mucha diferencia con respecto a dejar de usarlas.

Está estipulado que un atleta profesional mejora entre un 3 y un 5% su rendimiento con unas medias compresivas.